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  LA REVUELTA DE “LOS PIOJOSOS” Y EL RACISMO DE “LOS CAVIARES” Pocas veces he visto sacar ha relucir todo el odio visceral y el racismo más feroz de los sectores conservadores, de cierta clase media, pero también de un sector de la izquierda limeña contra los ciudadanos que decidieron optar por alguien diferente, contra los que optaron por un maestro que vive el abandono del Estado día a día, por un rondero que sufre las injusticias del sistema, por un agricultor dejado a su suerte, y que hoy lo encarna Castillo. Su creencia en que ellos tienen la verdad los lleva a perder los papeles y a expresar su desprecio por la "gente plebeya". Tras el flash electoral se desato en las redes sociales incluso se hizo tendencia en Twitter “el no puede ser”; entonces llegaron los insultos, los adjetivos, las descalificaciones cargadas de odio sin límite. Sin duda la mentalidad colonial sigue intacta en mucha gente que piensa que Perú es el jirón de la Unión, las oficinas públicas del Estado
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BICENTENARIO, ¿CÓMO CONMEMORAR LOS 200 AÑOS DE REPÚBLICA.? 200 AÑOS DE REPÚBLICA.
               VACUNA CONTRA LA CODICIA. La pandemia avanza con velocidad y sin embargo la población ya no se asusta tanto como al inicio, poco a poco le va perdiendo miedo no sólo al virus sino también a los ovnis, la niña de humo y las antenas 5G. Parece que estos meses hemos   creado resistencia y nos vamos volviendo inmunes a los psicosociales de las grandes corporaciones mediáticas y a las estupideces de las redes sociales.   Todos los gobiernos anuncian que en los próximos meses habrá vacuna para el virus y los noticieros nos cuentan cada mañana que ya se hicieron las pruebas de la fase 1, 2, 3, 4 ,5, etc. en monos, ratas, pollos e incluso nuestras llamas y alpacas están colaborando en esto; por lo visto el virus con corona nos va acompañar todavía por un buen tiempo, pero finalmente sucumbirá ante la espada de la ciencia, eso esperamos. Lo que no escuchamos es que en algún laboratorio se esté investigando y trabajando para encontrar una vacuna contra la codicia,
NUBARRONES GRISES Y LLUVIA DE POBREZA La epidemia no acaba y ya me siento en el aire, flotando en medio de la nada. Después del devastador terremoto que sacudió las entrañas, la mente y el corazón de las gentes, camino por las calles y sólo encuentro escombros y restos de hombres abatidos que han perdido la esperanza y la fe, veo incertidumbre, miradas perdidas. Al cruzarme por caminos y avenidas parecen recién despiertos pero trasnochados, me recuerdan a los caminantes blancos sin voluntad y rumbo, avanzan no sé adónde. Han pasado meses de mi encierro y siento que va muriendo en mí aquel ser que forjó el mundo de la “competitividad”, “la reingeniería” y “la calidad total” que finalmente nos ubicó al último de casi todo, ese ser que nació de la globalización, digo de la penetración neoliberal cuyos mentores auguraban el fin de la historia, ese ser unidimensional que sólo miraba un canal de televisión, escuchaba a un sólo periodista, leía un solo periódico o veía por años la
NATURALEZA Y #CORONAVIRUS. En tiempos de pandemia volver los ojos a la tierra quizás sea nuestra única oportunidad. Llueve por la tarde y al anochecer el despejado cielo te ofrece las estrellas del firmamento, amanece y las aves acompañan tu despertar, el sol calienta la mañana y las nubes danzan adornado las montañas. En la playa la brisa refresca el día y tu cuerpo recibe un baño de arena y mar, terminas el atardecer con el sol devorado por el mar. En los nevados el agua discurre sin cesar miles de años y brillantes hilos de líquido elemento surcan los pequeños valles donde la vida brota y los nevados te saludan con su eterno manto blanco. En la selva los ríos rugen incansables y los bosques infinitos exhalan su aliento a todos los confines de la tierra, abajo la vida se multiplica a montones con lluvia y calor abrazador. En los desiertos el silencio y la paz de unas palmeras, el agua de un pozo en un oasis nos dice que aún en los más duros lugares la vida continua y el ab
LOS CAMINANTES A propósito del retorno de miles de pobladores de las grandes ciudades a sus pueblos natales. El retorno de nuestros hermanos de Lima a sus regiones es un fenómeno complejo y preocupante en estos momentos, que no se puede explicar en unas cuantas líneas o reducirlo sólo a la crisis generada por el coronavirus, sin bien es la gota que rebasó el vaso, lo que ocurre es mucho más que eso con el agregado que este éxodo es una tragedia para miles de peruanos atrapados en Lima o en alguna cuidad y, que buscan de cualquier manera retornar   a sus pueblos, a su tierra natal, después que alguna vez emprendieron el viaje con la expectativa de buscar un mejor porvenir, de cumplir un sueño, de forjarse una vida, atraídos quizás por lo deslúmbrate que se presentan las ciudades y por la posibilidad de mejorar la vida, algo que muchas veces es imposible de hacer en nuestro pueblos. Este fenómeno que se presenta hoy tiene varios matices, aunque de hecho es la crisis del coronav